Es el planeta regente de Cáncer. Como tal, podemos acercarnos a las cualidades de la luna teniendo en cuenta las características de la energía canceriana.
La Luna en Astrología representa el refugio emocional. Está vinculada al arquetipo de la madre, a lo nutricio, a lo que brinda calor y calma.
La Luna está relacionada con la infancia, con las marcas que se produjeron en ella, con el vínculo con la «madre» o lo arquetípico de la madre, con la intimidad. Representa la base emocional de la persona.
De acuerdo a la energía de cada luna en particular, tendrá ciertas características. Es decir, no es lo mismo ser Luna en Aries que Luna en Piscis. Las cualidades energéticas van a darle ciertos rasgos a esa luna.
Representa la base emocional de la persona
Las marcas de la infancia suelen imprimir un hábito de repetición de patrones llamado «mecanismo lunar». En este, la psiquis ante cualquier momento de incertidumbre, angustia o miedo; tiende a volver a lo que sintió en su base emocional, a su infancia. Es decir, suele comportarse de acuerdo a lo que su energía natal imprimió.
Cuando pensamos en el mecanismo lunar, solemos hacerlo desde el punto de vista de que realizamos ciertas acciones o tenemos ciertas actitudes; sabiendo que de esa manera vamos a tener la «aprobación de nuestra madre», porque es lo que solíamos hacer de pequeñxs para atravesar situaciones de angustia o miedo.
Las marcas de la infancia suelen imprimir un hábito de repetición de patrones llamado «mecanismo lunar»
Ahora, cuando este mecanismo lo seguimos repitiendo en la vida adulta; hay algo de nuestro código vibratorio que no estamos dejando desplegarse, hay una energía que no está desarrollándose, por el simple hecho de volver a lo conocido.
Es importante trabajar nuestra Luna, para poder madurar ciertos aspectos propios y así permitir que aparezca (y aprender de) la nueva energía que debe desplegarse pero que se encuentra «bloqueada» cuando repetimos nuestro mecanismo.
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