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La dimensión artística en el aula

Foto del escritor: Mitzi ArguijoMitzi Arguijo

El arte terapia como estrategia motivacional para autorregular la dimensión afectiva a través de la enseñanza del teatro como género literario en niños de educación primaria


Tal como en la paideia griega era tomada en cuenta la dimensión ética, moral, emocional y física que garantizaba un aprendizaje útil para el individuo en sociedad, la inclusión al aula de cierto tipo de contenidos relacionados con las artes plásticas, la música, la literatura, la danza, etc. abona al proceso de aprendizaje en los alumnos, dotándolos de las herramientas necesarias para su crecimiento intelectual, físico y emocional. No obstante, la tendencia educativa actual gira en torno a desaparecer del currículo escolar los aspectos relacionados con la educación artística formal; el arte en el aula, y más aún dentro de la educación inicial, ha devenido en superficialidades, que explotan en el alumno habilidades manuales que se conciben como artísticas por el simple hecho de implicar una tarea física.


Debido a lo anterior, es necesario reivindicar la educación artística dentro de la enseñanza escolarizada no sólo con el afán de ampliar el número de asignaturas ni cubrir un porcentaje obligatorio del programa educativo básico, sino como una posibilidad de reforzar la formación humanista como eje central del desarrollo íntegro del hombre.


Es necesario reivindicar la educación artística dentro de la enseñanza escolarizada

La propuesta desarrollada a partir de este ensayo, aboga por una recuperación de los contenidos artísticos en la educación primaria a través de la literatura como disciplina y el arte terapia como herramienta de apoyo en la creación de entornos socio-afectivos que propicien un buen aprendizaje, implicando aspectos emocionales que se traduzcan en crecimiento humano.


Es preciso puntualizar el enfoque didáctico-literario con el cual se aborda la problemática de lo teatral y la aplicación del recurso arte terapéutico, puesto que la investigación gira en torno a la búsqueda de la aplicación de estrategias para la enseñanza en el campo de la crítica y la teorización de la literatura.


A lo largo del tiempo, la educación escolarizada se ha fundamentado en diversos métodos que permiten que sea una actividad funcional que cumpla con su principal objetivo: generar conocimiento. En tiempos recientes, la importancia que se ha otorgado a la generación de aprendizajes significativos, entendidos a partir de la teoría de Ausubel como “el proceso según el cual se relaciona un nuevo conocimiento o información con la estructura cognitiva del que aprende de forma no arbitraria y sustantiva o no literal”(1), ha dado pie a que se generalice la idea de que el estudiante, debe aprender a aprender, es decir, recibir una educación integral con la cual pueda ser consciente de los procesos mentales que le permiten adquirir, procesar y aplicar el conocimiento.


El estudiante debe aprender a aprender

Para ello, es necesario tener presente una perspectiva cognitiva, que se ocupe de los procesos de comprensión, transformación, almacenamiento y uso de la información en el individuo, dando como resultado una atribución de significados a nueva información cuya consecuencia serán nuevas ideas potentes y explicativas que servirán de base para futuros aprendizajes.


El empleo de estrategias de aprendizaje refuerza dichas consideraciones, otorgando al estudiante la posibilidad de ejercer un control directo sobre sus procesos de pensamiento, modelando su aprendizaje de acuerdo con los objetivos que desea cumplir.


Entendidas como procedimientos que activan una secuencia de acciones cuyo fin es autorregular la manera de adquirir conocimiento, las estrategias de aprendizaje resultan esenciales en la búsqueda de una educación de calidad que incorpore herramientas que permitan al estudiante hacer frente a problemáticas sociales y culturales del medio en el que se desarrolla, sin embargo, dichas estrategias no se ciñen a la planificación de tareas escolares y hábitos de estudio adoptados por el aprendiz, sino que funcionan como un todo que abarca distintos niveles y facetas del proceso de aprendizaje, desde las técnicas funcionales para la adquisición de conocimiento, hasta la metacognición (posibilidad de reflexionar acerca de los propios procesos de pensamiento) (2) y la autorregulación (estrategias relacionadas con el control ejecutivo, cuando se realiza una actividad cognitiva) (3).


Es necesario tener presente una perspectiva cognitiva, que se ocupe de los procesos de comprensión, transformación, almacenamiento y uso de la información en el individuo

Para hacer alusión a lo anterior, se rescatan dos definiciones de estrategias de aprendizaje, que esbozan una idea de los distintos niveles en los que éstas operan:

1. Una estrategia de aprendizaje es un procedimiento (conjunto de pasos o habilidades) y al mismo tiempo un instrumento psicológico que un alumno adquiere y emplea intencionalmente como recurso flexible, para aprender significativamente y para solucionar problemas y demandas académicas. Su empleo implica una continua actividad de toma de decisiones, un control metacognitivo y está sujeto al influjo de factores motivacionales, afectivos y de contexto educativo-social. (4)

2. Cuando hablamos de estrategias de aprendizaje nos referimos a procedimientos internos no observables que activan los procesos de aprendizaje que las personas utilizan. […] Las estrategias cumplen una función catalizadora entre los procesos que se necesitan para adquirir conocimiento y las habilidades específicas que son necesarias para dominar cada proceso particular. (5)


El nivel cognitivo, el nivel social, el nivel afectivo, el nivel teórico-metodológico y el nivel práctico funcionan de manera conjunta y constante en el empleo de estrategias de aprendizaje, lo cual garantiza que el resultado sea favorable, puesto que la reflexión abarca todos los estratos que subyacen a dicho proceso. Por lo tanto, no puede llevarse a cabo una estrategia que no tome en cuenta la dimensión cognitiva, pero sí la afectiva, ya que todas se relacionan entre sí.


No puede llevarse a cabo una estrategia que no tome en cuenta la dimensión cognitiva, pero sí la afectiva, ya que todas se relacionan entre sí

A partir del surgimiento e incorporación de las estrategias de aprendizaje en el ámbito educativo, se han planteado diversas formas de entender y poner en marcha los recursos que éstas proporcionan. Una clasificación en particular tiene que ver con la actividad o función cognitiva que la estrategia debe cumplir, lo cual permite establecer conexiones con lo que los alumnos pueden llevar a cabo de manera práctica en el aula: observar, decodificar, analizar, organizar, investigar, razonar y expresarse. También están las estrategias de gestión de recursos, que permiten emplear de manera inteligente los medios del contexto externo para propiciar un ambiente armónico de aprendizaje.


Así mismo, están las estrategias relacionadas con la dimensión motivacional, cuyo fin es crear las condiciones subjetivas necesarias para que el resto de las estrategias tengan un buen funcionamiento y se obtengan buenos resultados.(6) Para fines de este ensayo, se dará prioridad a las estrategias motivacionales, las cuales servirán para fundamentar la propuesta de aplicación a través del arte terapia.




Estrategias motivacionales

Como se señaló anteriormente, los niveles en que opera una estrategia de aprendizaje tienen que cubrir todos los ámbitos de desarrollo académico y personal del estudiante, pues resulta imposible desatender los aspectos motivacionales-afectivos, que se relacionan con el ambiente, y el contexto familiar y social en el que se insertan.


La manera en que dichos aspectos influyen en el proceso de aprendizaje, determinará una buena adquisición de éste y una obtención de resultados favorable, según sea el caso. De Frida Díaz Barriga y Hernández Rojas (2010) se recupera la siguiente definición: “Las estrategias motivacionales son aquellas que se relacionan directamente con el control de aspectos afectivos y motivacionales, y que crean un clima subjetivo propicio en las diferentes situaciones de aprendizaje” (7). Dichas estrategias, están orientadas a promover un clima armónico entre los estudiantes, reducir y controlar la ansiedad, asegurar la concentración y atención necesaria, e incentivar actitudes positivas, así como permitir que el estudiante se adapte y desarrolle resiliencia ante diversas circunstancias.


Resulta imposible desatender los aspectos motivacionales-afectivos, que se relacionan con el ambiente, y el contexto familiar y social en el que se insertan

El concepto de motivación aplicado al ámbito educativo refiere a todos los aspectos que propician que el aprendiz se sienta seguro de sí mismo al llevar a cabo el proceso de aprendizaje; se trata de la estimulación que recibe o que es posible generar por sí mismo para satisfacer expectativas ante una actividad que demande de él un esfuerzo en cualquier aspecto de su vida.


Es pertinente señalar que las estrategias motivacionales se clasifican de acuerdo a su funcionalidad, los aspectos que cubre y desde qué nivel los cubre, por ello se diferencia entre una motivación extrínseca: la cual puede ser generada desde fuera por los componentes del medio en el que el estudiante se desenvuelve, y tiene que ver con las expectativas de obtener una recompensa o reconocimiento de las personas que lo rodean, o moderar su conducta para poder acceder a un grupo social específico; y una motivación intrínseca: la cual atiende al placer o satisfacción personal por llevar a cabo una tarea originada por la gratificación derivada de la propia realización de la conducta.


Aunado a esto, los componentes de expectativa, de valor y afectivos ocupan un papel activo en la realización de este tipo de estrategias, pues es necesario tener en cuenta, qué se espera, cuál es el valor que se le otorga a la tarea, por qué es importante llevarla a cabo y qué tipo de conocimiento se adquiere al realizarla; con respecto al componente de tipo afectivo, es necesario plantear qué emociones genera la realización de diversas actividades y de qué manera afectan el proceso. Lo anterior siempre irá orientado a generar en el estudiante emociones y sentimientos positivos que le ayuden a establecer objetivos y cumplirlos.


El concepto de motivación aplicado al ámbito educativo refiere a todos los aspectos que propician que el aprendiz se sienta seguro de sí mismo al llevar a cabo el proceso de aprendizaje

Así pues, García y Doménech (1997), coinciden con Pekrun, y hacen referencia a que las emociones forman parte importante de la vida psicológica del escolar y tienen una alta influencia en la motivación académica y en las estrategias cognitivas (adquisición, almacenamiento, recuperación de la información, etc.), y por lo tanto en el aprendizaje y en el rendimiento escolar.(8)


La motivación, es lo que generará la energía necesaria para alcanzar los objetivos propuestos dentro del contexto educativo, por ello es fundamental otorgar importancia a las estrategias motivacionales, como elementos previos que propiciarán el buen funcionamiento de las estrategias específicas en la adquisición de conocimientos.




Arte terapia como estrategia motivacional-afectiva

Surgida de la necesidad de resolver conflictos emocionales y físicos de una manera no invasiva, el arte terapia se fundamenta en procesos de intervención que emplean diversas técnicas artísticas como la música, la danza, el teatro, la pintura y la escritura creativa. El arte terapia como disciplina, involucra al individuo en una serie de actividades artísticas, poniéndolo en contacto con sus posibilidades y capacidades. Los efectos pueden ser psicoterapéuticos, de desarrollo del potencial humano y de la inclusión social.


Los objetivos que ésta se plantea tienen que ver directamente con la toma de conciencia, la capacidad de expresión y la forma de proceder ante una problemática en particular.


Algunos objetivos fundamentales que debe atender la práctica del arte terapia son los siguientes:

1. Promover una vivencia emocional integradora

2. Actualizar las capacidades creativas

3. Acompañar en la construcción de nuevas dimensiones personales

4. Otorgar formas de representación, con los soportes de los leguajes artísticos, de las capacidades, de las dificultades y de sus formulaciones de resolución

5. Desarrollar un lazo creativo a lo social y las funciones comunicativas pertinentes

6. Acompañar el desarrollo de proyectos vitales. (9)


Dentro de un contexto educativo, el arte terapia funciona como una herramienta de apoyo, tanto para el docente como para el alumno, ya que proporciona los elementos necesarios para generar procesos cognitivos de autoconocimiento y autorregulación, que a su vez serán empleados en la generación de aprendizajes significativos, lo que supone una adquisición consciente de una información específica, que el aprendiz será capaz de relacionar y contraponer con otra antes adquirida.


El arte terapia se fundamenta en procesos de intervención que emplean diversas técnicas artísticas como la música, la danza, el teatro, la pintura y la escritura creativa

En este sentido el arte terapia, proporciona herramientas para que el proceso de metacognición del estudiante, su posibilidad de reflexionar acerca de los propios procesos de pensamiento, esté siempre presente, puesto que generará una conciencia mayor sobre el hecho educativo, empleando herramientas de desarrollo que se verán reflejadas en su forma de proceder ante diferentes situaciones. De esta manera, se toma plena conciencia de lo que se está aprendiendo, activando una comunicación directa con el contexto educativo que se le presenta.


El arte terapia con enfoque psicopedagógico humanista, otorga la posibilidad de ser empleada como estrategia de aprendizaje motivacional-afectiva, ya que se ocupa del desarrollo emocional del estudiante desde una perspectiva integral, atendiendo a las demandas del medio y proponiendo recursos que facilitan la comprensión, la adaptación y la reflexión profunda. Es preciso señalar que la función del arte terapia no es aliviar ni emitir un diagnóstico con respecto a la problemática que se plantea sino crear un espacio de confianza que funcione como soporte, que delimite, asegure y sostenga un buen ambiente de aprendizaje.





Propuesta de intervención educativa

Con respecto a la relación de los conceptos desarrollados anteriormente y su aplicación en la enseñanza de la literatura dramática, se precisa la función del teatro como fuerza educadora debido al alto valor social que posee; tal como menciona Jaeger Werner en su ensayo sobre la paideia griega (10), específicamente en los apartados que dedica a la teatralidad griega: El hombre trágico de Sófocles y La comedia de Aristófanes, estas no se ciñen a categorías de composición o representación sino que crean símbolos universales a través de sus personajes que evidencian y ponen en duda la condición humana, razón por la cual se reconoce el alto valor literario y educativo del género dramático, ya sea en su acepción textual como de representación o performatividad.


El teatro, la representación o hecho teatral dentro y fuera de la escuela, es un texto que se "escribe" en un espacio con acciones. Un texto que está construido por un conjunto complejo de signos pertenecientes a diferentes códigos, que se organizan con intencionalidad artístico-expresiva, para provocar en el espectador la percepción de un mensaje único que llega desde diferentes planos. Esta condición de texto múltiple otorga al teatro su capacidad para seducir y su eficacia expresiva y comunicativa. (11)


Se precisa la función del teatro como fuerza educadora debido al alto valor social que posee

Gracias a sus particularidades, el texto dramático adquiere una dimensión humana casi exacerbada, pues la representación y la lectura permiten en el espectador-lector un auto reconocimiento y un ejercicio de reflexión que involucra aspectos socio-afectivos a un nivel profundo. El teatro como disciplina, favorece el desarrollo personal y la educación emocional a través de ejercicios como la improvisación, la espontaneidad, la hiperbolización de actitudes o sentimientos, la transmisión de conflictos y sus implicaciones: empatía, seguridad, autoestima, tolerancia y resiliencia, así como el incremento en los ejercicios imaginativos y creativos.


De esta manera, la estrategia toma su curso: en este caso, el aula funge como espacio creativo, potenciador de ideas y opiniones diversas. Con base en los fundamentos de la teatro terapia (12), se apela a la espontaneidad de la representación, con el fin de que los estudiantes exploren sus emociones y habilidades sociales, lo que conlleva a una autorregulación de los aspectos afectivos que intervienen en el aula.


La representación y la lectura permiten en el espectador-lector un auto reconocimiento y un ejercicio de reflexión que involucra aspectos socio-afectivos a un nivel profundo

La finalidad de la actividad será modelar el espacio físico y emocional en el aula para poder aprender sobre teatro de manera que éste no sea ajeno al contexto de los niños, identificando cuáles son las principales motivaciones y aspectos afectivos que influyen en su aprendizaje; la espontaneidad que demanda el ejercicio los incluye dentro del proceso creativo de la representación, señalando que cualquiera puede hacer teatro, escribirlo, leerlo y actuarlo, para en un segundo momento desarrollar los aspectos formales del texto dramático y completar el proceso de educación artística.


Citas:

(1) María Luz Rodríguez Palmero, La teoría del aprendizaje significativo, p. 2.

(2) Elisa Spakowsky, La enseñanza estratégica y los aprendizajes significativos, p. 20.

(3) Frida Diaz Barriga Arceo, Gerardo Hernández Rojas, Estrategias docentes para un aprendizaje significativo. Una interpretación constructivista, p. 191.

(4) Ibid. p. 180.

(5) Elisa Spakowsky, op.cit., p. 21.

(6) Vid. Estrategias docentes para un aprendizaje significativo. Una interpretación constructivista, p. 182.

(7) Frida Diaz Barriga Arceo, Gerardo Hernández Rojas, op.cit. p. 184.

(8) Cit.por. Francisco Javier Sánchez Mena, Estrategia de motivación en educación primaria, p. 15

(9) Miquel Izuel Curria, Joan Valles Villanueva, Competencias profesionales e investigación en Arteterapia, p.4.

(10) Jaeger Werner, Paideia: los ideales de la cultura griega, p. 98.

(11) Ester Trozzo y Luis Sampedro, Una Didáctica para la enseñanza del teatro en los diez años de escolaridad obligatoria, p. 17.

(12) Instituto de Neurología Cognitiva, vid. http://www.ineco.org.ar/teatro-terapia/



Bibliografía:

Diaz Barriga Arceo, Frida y Hernández Rojas, Gerardo, Estrategias docentes para un aprendizaje significativo. Una interpretación constructivista, McGraw-Hill Interamericana, México, 2010.

Rodríguez Palmero, María Luz, La teoría del aprendizaje significativo, Centro de Educación a Distancia (C.E.A.D.), España, 2004

Spakowsky, Elisa, La enseñanza estratégica y los aprendizajes significativos, Novedades educativas n. 149, 2003

Sánchez Mena, Francisco Javier, Estrategia de motivación en educación primaria, Universidad de Valladolid, 2014

Farias, Adriana. Arte Terapia como posible herramienta en tratamientos psicopedagógicos, 2009, Recuperado el 10 de junio de 2018, de: http://pepsic.bvsalud.org/scielo.

Instituto de Neurología Cognitiva, Teatro terapia, Recuperado el 10 de junio de 2018, de: http://www.ineco.org.ar/teatro-terapia/

Izuel I Curia, Miquel y Valles Villanueva, Joan, Competencias profesionales e investigación en Arteterapia, Arteterapia: Papeles de arteterapia y educación artística para la inclusión social, Vol. 7, pág. 13-26, Madrid

Werner, Jaeger, Paideia: los ideales de la cultura griega, Libro II, Fondo de Cultura Económica, México, 2001.

Trozzo, Ester y Luis Sampedro, Una Didáctica para la enseñanza del teatro en los diez años de escolaridad obligatoria, Colección Pedagogía Teatral–INT FAD 2003.

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